miércoles, 22 de febrero de 2012

Cuento


Drina la Golondrina.
Hace mucho, mucho tiempo, en el país de Celeste, cuando los elefantes volaban y las personas flotaban en el aire, nació una pequeña golondrina. Nació antes de estar preparada, pues con el increíble viento que hacía, su nido se cayó. Sus padres se habían ido a buscar comida y cuando volvieron, el nido ya no estaba y sus hijos habían desaparecido. Los hermanos de la golondrina, se salvaron de la caída porque uno sabía volar y el otro cayó en las plumas de su hermano y se fueron, pero a la pequeña golondrina se le rompió el cascarón y nació antes de terminar de formarse su ala izquierda. Al día siguiente, la golondrina tenía mucha hambre y frío pero estaba indefensa;tenía que encontrar a sus padres de alguna manera. De repente, pasó un gato: -No me hagas daño. -dijo la golondrina.
-Por favor. -añadió.
-Tranquila, soy vegetariano. -respondió el gato.
-¿Tú vegetariano? Si me vas a comer, no me mientas, de todas formas yo estoy perdida. Se cayó el nido donde nací y estoy indefensa, no tengo modos de encontrar comida.
- Primero, yo no le miento a nadie, o a casi nadie. Me parece que es mejor decir siempre la verdad. Si en este mundo todo es posible, ¿por qué no voy a poder ser yo vegetariano?
-No sé.
- Si quieres vente a vivir conmigo, yo te ayudaré a encontrar a tus padres y te daré refugio, pero seguramente comerás pocos gusanos. En mi casa solo hay verduras.
- Vale, y muchas gracias, me has salvado la vida.
- ¿Cómo te llamas? -Dijo el gato.
-No tengo nombre.
- Te podrías llamar Drina.
-Drina la golondrina. -añadió.
-Vale, me gusta.
Entonces el gato y Drina, se fueron a casa del gato. Era grande y luminosa. Allí comieron y descansaron un rato.
Cuando Drina se acostó, el gato se fue a buscar comida, pero eso fue dos días más tarde de acoger a Drina. A mitad de camino, se encontró a una pareja de golondrinas llorando desconsoladamente y se acercó a ellas.
-¿Qué os pasa?
- Hemos perdido a nuestra hija.
- ¿Se llama Drina?
- No le hemos puesto nombre, se cayó del nido.
-Creo que se quien es. Yo estoy refugiando en mi casa a una pequeña golondrina que se cayó del nido, se le está terminando de formar su ala izquierda. ¿Queréis que vayamos a verla?
-¡Sí, por favor! -Exclamaron los padres golondrina.
-Veniros mañana a mi casa, le daremos una sorpresa.
- ¿Y si no es?
- Veniros a mi casa y asomaros a su cuarto, pero que no os vea y me decís si es vuestra hija.
- Vale.
El gato y los padres de Drina fueron a la casa.
- ¿Es ella?
-¡¡Sí!! Muchas gracias por todo.
Los padres golondrina estaban llorando de alegría.
- De nada, a sido un placer, vuestra hija es estupenda. A, por cierto, como no tenía nombre habíamos decidido que se llamaría Drina.
- ¡Es el nombre que le íbamos a poner nosotros!
-Que casualidad. Hasta mañana.
-Adiós.
Al día siguiente, Drina se levantó. -Tengo una sorpresa para ti.- digo el gato.
-¿Cuál? -dijo Drina
-Ven y la verás.
Drina y el gato fueron al parque a ver que le tenían preparado a Drina.
-Te presento a tus padres. -dijo el gato.
-¡papá, mamá! -dijo Drina. Os he echado de menos. Quería conoceros.
-Hola Drina. -respondieron los padres.
La familia estaba llorando, no se creían lo que estaba pasando.
-Adiós os voy a dejar a vuestro rollo.
-Vale, adiós y ¡muchas gracias por todo!Gritaron a coro las golondrinas.
-Cuando quieras vienes a nuestra casa. -dijo la madre golondrina.
-Gracias por todo, eres mi mejor amigo.-dijo Drina
- De nada, adiós, un abrazo a todos.-Dijo el gato.
Y así fue como la familia golondrina se volvió a encontrar.

FIN.

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